martes, 8 de septiembre de 2009

Salmo 23...




Oración.

El Señor es mi Pastor....
Señor Jesús, tu eres el Buen Pastor, el que da la vida por sus ovejas
(Jn 10,11), permíteme comportarme como una oveja dócil. Líbrame de ser una oveja rebelde, líbrame de ser un o convertirme en un lobo disfrazado de piel de oveja. Permíteme ser una oveja, es decir, alguien que produzca lana y carne para la comunidad (frutos, buenas obras, una vida de cambios y conversión), no permitas que me quede como un borreguito (alguien que sólo espera que le den leche y que el no produzca nada). Permite que te adore como mi Pastor, que te obedezca como mi Pastor (mi Señor), permite que espere en ti como mi Pastor (como mi Salvador), permite que te ame como mi Dios.

Nada me falta...
Nada me falta: ni tus bendiciones, ni tu apoyo, ni tu amor, ni tu protección, nada me falta.
Tampoco me faltan problemas, los cuales me ayudaras a vencer. Tampoco me faltan enemigos, de los cuales me libraras. Tampoco me faltan tentaciones, de las cuales con tu gracias venceré.
Nada me falta porque te tengo a ti.

Me hace descansar en verdes pastos...
¡Bendito seas Señor! Porque esos verdes pastos es tu Iglesia: en ella encuentro el Verdadero Pan vivo bajado del Cielo, tu bendito Cuerpo y tu Preciosísima Sangre. Porque en tu Iglesia puedo escuchar tu voz cuando se lee la Sagrada Escritura, pero sobre todo cuando se Interpreta.
En tu Iglesia encuentro la paz que busca mi alma, cada vez que recibo la absolución de tus santos Sacerdotes.
¡Que bellos son tus verdes campos!

Me guía a arroyos de tranquilas aguas...
Esta es la vida de gracia, la Vida en Cristo. El mundo vive muy inquieto, el oleaje de sus olas es mortal. Pero la vida en Cristo son arroyos de tranquilas aguas.

Me da nuevas fuerzas...
Si no fuera por ti Señor, desde hace mucho me hubiera rendido. Si no hubiera sido por tu gracia, ya me hubiera retirado de la lucha. Tu eres mi fortaleza, en ti mi alma recobra la juventud que necesita para seguir avanzando, en ti esta mi esperanza.

Y me lleva por caminos rectos...
Gracias Señor por librarme de los caminos que llevan lejos de ti, por los caminos que llevan a la perdición, como son: el pecado, la inmoralidad, la herejía, la superstición o la apostasía . Se que como ser humano cometo errores y pecados, pero ninguno de ellos me aparta tanto de ti como los anteriores, porque aquellos conducen a la condenación eterna. Bendito y glorioso seas por permitirme conocer tus Rectos Caminos, los cuales me conducen cada día más y más a ti. Esos caminos son: Tu Palabra, la Tradición y el Magisterio de la Iglesia.

Haciendo honor de tu Nombre...
Tu Nombre es el más excelente de todos los nombres, para que a tu Nombre oh Jesús, doblen la rodilla todos los que están en los Cielos, en la tierra y debajo de la tierra, y todos reconozcan que tu oh Jesús eres el SEÑOR. (Fil 2,5-11)

Aunque pase por el más oscuro de los valles...
Señor Jesús, a nada temo, salvo a no hacer tu divina voluntad. ¿Cómo podré temerle a algo o a alguien si tu vas conmigo, y tu eres la Luz del mundo(Jn 8,12), tu eres el Sol de que nace de lo alto (Mal 4,2)?

No temeré peligro alguno...
¿Quién nos podrá separar del amor de Cristo? ¿El sufrimiento, o las dificultades, o la persecución, o el hambre, o la falta de ropa, o el peligro o la muerte? ¡Nada podrá separarnos del amor que Dios no ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor! Rom 8,35.39

Porque tú, Señor estás conmigo...
Tu Señor nos haz prometido estar con nosotros, tu Iglesia, todos los días hasta el fin del mundo (Mt 28,20), y yo creo en tu palabra, se que estarás a nuestro lado en esta vida y en la otra.

Tu vara y tu bastón me inspiran confianza...
Tu vara y tu bastón, con los que guías a tu rebaño, también sirven para defendernos de los lobos voraces, y se que día y noche velas cuidándonos. Si fuiste capaz de derramar hasta tu ultima gota de Sangre por todos nosotros, ¿cómo podré desconfiar de tu protección para con tus hijos?

Me haz preparado un banquete...
Ese banquete es la Santa Misa, la cual la Instituiste en la ultima Cena, con la orden de “hagan esto”(Lc 22,17-19). Y los apóstoles te obedecieron, ya que se reunían todos los domingos para la Santa Eucaristía (Hch 20,7) y que es una de las Doctrinas Principales de nuestra Fe, ya que fueron enseñadas directamente por ti, Divino Señor ( 1 Cor 11,23-29)

Ante los ojos de mis enemigos...
Se que por seguirte, Señor, muchos se levantaran contra mi: demonios, personas, instituciones, y muchos más, pero quiero seguirte: sólo quiero ser tuyo, sólo quiero estar a la planta de tus pies.

Haz vertido perfume en mi cabeza...
Ese perfume es el Santo Crisma que me concediste recibir el día de mi Bautismo. Ese perfume me marco como propiedad tuya. Ese día pase a ser tuyo, por siempre y para siempre. Desde ese día recibí la misión de estar en tu presencia todos los días de mi vida.

Y haz llenado mi Copa a rebosar...
Esa copa es el Cáliz de tu Santa y Bendita Sangre. Gracias por día a día dejarme tener la dicha de beber de ese Cáliz, Cáliz de Salud, Cáliz de felicidad, CALIZ DE VIDA ETERNA.

Tu bondad y tu amor me acompañan a lo largo de mis días...
Jamás me he sentido desamparado de ti. Jamás me he sentido abandonado de ti. Ya que si surgen ataques contra mi, tu amor y tu bondad son el escudo y la armadura que me protegen. Si cometo algún pecado, mi consuelo y mi perdón lo encuentro en tu bondad y en tu amor.

Y en tu casa, oh Señor, por siempre viviré...
Mi esperanza no es vivir cientos ni miles de años, mi esperanza no es vivir muchas veces, mi esperanza es la misma que tuvieron los apóstoles, los mártires y los primeros cristianos: vivir en tu casa por siempre, gozándome de tu bellísima presencia, de tu amor, de tu SANTIDAD.

Amén...

Monseñor ++Victor Hugo García Cortés
Arzobispo Primado de la IglesiaCatólica Tradicionalista en México.