martes, 15 de septiembre de 2009

Amor y perdon: fundamentos de la Iglesia Vetero...


Hermanos y hermanas en Cristo:

¡Paz en Cristo nuestro Sumo y Eterno Sacerdote!

“Pero yo le digo: amén a sus enemigos, , bendigan a los que los maldicen, hagan el bien a los que los odian, y oren por quienes los ultrajan y persiguen. Así serán hijos de su Padre que esta en el Cielo...” Mt 5,44-45

Todos los días, nos damos cuenta que el Evangelio es un absurdo para los que no tienen el espíritu del Señor, algunos con tal de desacreditar la Sagrada Escritura, lo primero que dicen es: No se puede tomar literalmente... para así tratar de justificarse y seguir en el mal camino. Hay gente que prefiere vivir en el pecado, los vicios o la superstición a afrontar la realidad: Cristo nos exige un compromiso.

Los que hemos sido llamados por Dios a la Iglesia Vetero, nos vemos constantemente atacados, ultrajados y difamados, en la mayoría de los casos lo hacen por la espalda, ya que de frente no pueden por cobardía y porque la VERDAD saldría a la luz.

Y por lo regular, los que nos atacan son los que, como dice la Sagrada Escritura: Aun mi mejor amigo, en quien yo confiaba, el que comía conmigo, se ha vuelto contra mi. Sal 41,9
Como fue el caso de Judas que traiciono al Señor Jesús.

¿Cuál debe ser la actitud de los Veteros? ¿Qué debemos hacer ante los ataques, las calumnias y demás?
“Si alguien te pega en una mejilla ofrécele también la otra.” Mt 5,39 Jamás deberemos buscar la venganza. Hay un único Juez: Cristo, y un día nos hemos de presentar ante su tribunal para ser juzgados 2 Cor 5,10

Desde Cristo, pasando por los santos apóstoles y mártires, siempre los seguidores de Cristo hemos sido atacados de todas las formas pasadas. La VERDAD no puede ser silenciada por nadie ni por nada, porque la VERDAD es Cristo.

A la mayoría nos a pasado o nos pasara como al profeta Jeremías, cuando sufría persecución: “Señor, tú me engañaste, y yo me deje engañar; eras más fuerte y me venciste. A todas horas soy motivo de risa; todos se burlan de mi. Siempre que hablo es para anunciar violencia y destrucción; continuamente me insultan y me hacen burla, porque anuncio tu Palabra. Si digo, No pensare más en el Señor, no volvere a hablar más en su Nombre,” entonces tu Palabra en mi interior se convierte en un fuego que devora, en un fuego que cala hasta los huesos. Trato de contenerla pero no puedo. Jer 20,7-9

Nosotros estamos en la Iglesia de Cristo, en la Iglesia Vetero. Es normal que el diablo descargue todos sus ataques contra nosotros, es normal que tanta gente levante la voz y sus puños contra nosotros.

Pero les pregunto, ¿Dónde esta el imperio romano que perseguía a los cristianos de los primeros siglos? ¿Dónde esta Arrio y su herejía? ¿Cómo termino Judas después de que traiciono al que le dio de comer, su amistad y el llamado apostólico?

El mal no lo manda Dios, solo lo permite como una oportunidad para que le demostremos nuestra fidelidad para con Él ( Job 1-3). Lo permite para demostrar que las tinieblas jamás podrán apagarla luz (Jn 1,4-5).

En esta lucha, no estamos solos, Cristo va a nuestro lado y en su debido momento desplegara todo su poder. La Virgen María y todos los Santos interceden por nosotros.

Cristo enseño que el que quiera ser su discípulo deberá tomar su cruz y seguirlo (Mc 834), y nuestra cruz es la fidelidad del Evangelio. Seria más fácil el odiar, el pecar, el dedicarse a creer en supersticiones, pero ya no seriamos fieles seguidores de Cristo. No se puede seguir a Cristo a nuestra manera, solo a la manera del Evangelio.

Dios es amor (1 Jn 4,8) y POR SER HIJOS DE Dios debemos amar a todos, aunque los demás nos odien o nos ataquen.

Si del Señor, dijeron que estaba endemoniado, ¿qué dirán de nosotros? Hermanos, no se asusten, ya si el demonio y sus secuaces atacan, es que vamos por buen camino, asustémonos cuando no lo hagan.

¡¡¡Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo!!!

Monseñor ++Victor Hugo García Cortés
Arzobispo Primado de la Iglesia
Católica Tradicionalista en México.